A flote surge a partir del acto creativo y de la invocación de otros imaginarios para encontrar distintas formas de vivir en el mundo. Este proyecto lo conforman una serie de performances in-situ que especulan sobre la posibilidad de presentes y futuros u/dis-tópicos (como paisajes semi-sumergidos, humanos-anfibios, relaciones multiespecies, sequías, aguas dañadas). Se trata de explorar el impacto de nuestra relación con la naturaleza, sus consecuencias y cómo estas moldearán, para bien o para mal, nuestros cuerpos, nuestra vida cotidiana y nuestra comunicación con la Madre Tierra. Esta pieza en particular fue accionada en las aguas del Océano Pacífico central mexicano. Después de limpiar profundamente la playa, confeccioné un velo y un par de guantes con el plástico recolectado. Ataviada así, me planté en el océano, dejándome llevar por el vaivén del oleaje.
El plástico forma parte de quienes somos, tanto por su origen como por nuestra dieta, su existencia está indisolublemente entrelazada con la nuestra. Portar el velo y los guantes de residuos plásticos encarna esta estrecha relación e interpela la pasividad del material. La acción nos enreda en responsabilidades y sugiere que, si bien la distopía ya está presente, repensar nuestra relación con la materia, el paisaje y las especies, más allá de meros recursos explotables, inertes y pasivos, abre caminos diferentes de entendimiento que nos alejan de prácticas consumistas y destructivas.
"A flote" arose from the invocation of imaginaries that could allow us different ways of living in the world. This project consists of a series of different in-situ performances that speculate on the possibility of dys/u-topian presents and futures (such as partially-submerged landscapes, amphibious humans, multi-species relationships in droughts and pollution). It's about exploring how our relationship with nature conditions the way we shape our bodies and everyday lives.This piece in particular, was performed in the part of the Pacific Ocean that borders Mexico. After thoroughly cleaning the beach, I crafted a veil and a pair of gloves using the plastic I had collected. Dressed up in this way, I went into the ocean, allowing myself to be carried by the waves' coming and going.
Plastic is a part of who we are—due to both its origin and our diet, its existence is permanently intertwined with our own. Wearing the veil and gloves made of plastic residue makes me interpolate the passivity of the material. The performance tangles us up in responsibilities and suggests that, although dystopian it is already present. That way we can open up pathways alternative to the consumerist and extractivist practices whereby our relationship with matter, landscape, and other species can go beyond an inert, passive, and exploitable resource.
Video y fotografía: Pistor Orendain